Utilización de material de desecho: reutilización, reciclaje, recuperación de energía

Original web-page: http://www.seas.columbia.edu/earth/RRC/waste_material_utilization.html

El reciclaje es una parte integral de cualquier sistema de gestión de residuos, ya que representa una alternativa de utilización clave para la reutilización y la recuperación de energía (Waste-to-Energy). La opción elegida en última instancia depende de la calidad, la pureza y la situación del mercado.

Los requisitos de calidad para los materiales de desecho van desde la reutilización hasta la recuperación de energía (como se muestra en la figura anterior). La reutilización requiere una funcionalidad mínima que el reacondicionamiento se puede lograr dentro de ciertos límites de costo y tiempo. El reciclaje solo requiere un flujo de desechos de material de alta pureza (recolección de fuentes) y una instalación de WTE puede procesar cualquier desecho para la recuperación de energía siempre que no esté contaminado con sustancias peligrosas.

Para cumplir con estos requisitos, las diferentes corrientes de desechos (por ejemplo, desechos sólidos municipales, desechos industriales, desechos farmacéuticos, y así sucesivamente) deben tratarse de manera diferente. Un sistema de gestión de residuos de un municipio, condado, y así sucesivamente separa y controla los diferentes flujos de residuos de acuerdo con las opciones de tratamiento disponibles en esta determinada región. Sin embargo, el aumento o la caída de un sistema de gestión de residuos depende en gran medida del apoyo de los residentes y empleados. Dan el primer paso en una larga cadena de procesos al separar su flujo de desechos en flujos de desechos directos reutilizables o reciclables (por ejemplo, papel, plástico, vidrio, y así sucesivamente) y desechos que pueden usarse como combustible para la recuperación de energía.

Las evaluaciones del ciclo de vida (LCA) pueden ayudar a decidir si es sostenible reutilizar o reciclar ciertas corrientes de desechos o recuperar solo la energía. El ACV es una metodología comparativa utilizada para determinar el impacto ambiental y el consumo de energía o recursos de productos y servicios a lo largo de sus ciclos de vida (extracción de las materias primas, producción del producto en sí, uso del producto y tratamiento después de la eliminación como desecho). Cualquier estrategia de utilización que consuma más recursos y energía o tenga un mayor impacto ambiental que la producción inicial a partir de materias primas primarias se considera “no sostenible”.

Video: Gestión de residuos 101: ¡Reduzca, reutilice, recicle!

 

 

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